A la
Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
De la
Asociación Cultural José Marí de Minas Gerais (ACJMMG).
País a
que se refiere: Cuba.
Sesión
de Examen Periódico Universal (EPU) en que será considerado el país
Informe
de la ACJMMG como interlocutor perteneciente al Movimiento Nacional de
Solidaridad a Cuba en el marco del Examen Periódico Universal instituido por el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La
Asociación Cultural José Marti de Minas Gerais (ACJMMG) completa 26 años de
trabajo de apoyo y solidaridad a Cuba, en octubre de 2012. Son más de dos
décadas marcadas por acciones que recogieron y recogen la comprensión de la
importancia de la Revolución Cubana en la construcción de un mundo más
solidario, en que los derechos humanos son la línea maestra.
La Asociación Cultural José Marti de Minas Gerais cuenta con la colaboración de aquellos que comparten una necesidad humana: la de la Utopía. Su mayor patrimonio incorpora un legado de luchas y una lista de centenas de asociados a quien recurrimos conforme la disponibilidad de cada uno. Desde su creación, hace 26 años, cuando Brasil restableció relaciones diplomáticas con Cuba, la ACJMMG tiene la convicción de que la Revolución Cubana es un proyecto que permitió erradicar los males heredados de un gobierno sumiso a otros intereses incompatibles con los del pueblo cubano y con La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Asociación Cultural José Marti de Minas Gerais cuenta con la colaboración de aquellos que comparten una necesidad humana: la de la Utopía. Su mayor patrimonio incorpora un legado de luchas y una lista de centenas de asociados a quien recurrimos conforme la disponibilidad de cada uno. Desde su creación, hace 26 años, cuando Brasil restableció relaciones diplomáticas con Cuba, la ACJMMG tiene la convicción de que la Revolución Cubana es un proyecto que permitió erradicar los males heredados de un gobierno sumiso a otros intereses incompatibles con los del pueblo cubano y con La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Un
proyecto que, desde su inicio, viene enfrentando políticas, programas y
acciones agresivas de sucesivos gobiernos de Estados Unidos, con el objetivo
explícito de aniquilar el proceso revolucionario libremente emprendido por el
pueblo cubano y que ha sido una constante en la historia mundial contemporánea,
también interpretado por especialistas como el más largo asedio económico
sufrido por un país.
El movimiento brasileño de solidaridad a Cuba es pues , en stricto sensu, la adhesión contraria a una política exterior, de parte de los EUA, dotada de amplio y sofisticado arsenal de medidas agresivas en los ámbitos político, económico, cultural, diplomático, militar, psicológico e ideológico para que no sea desenmascarada la real faz de la llamada democracia liberal, un mixto de sistema pluripartidario y representativo, como forma política de encubrir la dependencia externa, la corrupción, los fraudes políticos y administrativos, el hambre, la tortura, el analfabetismo, la pobreza de amplios sectores de la población, la discriminación y el racismo institucionalizados y consagrados por este tipo de sistema, que ya no se legitima y necesita imponerse por la fuerza.
El movimiento brasileño de solidaridad a Cuba es pues , en stricto sensu, la adhesión contraria a una política exterior, de parte de los EUA, dotada de amplio y sofisticado arsenal de medidas agresivas en los ámbitos político, económico, cultural, diplomático, militar, psicológico e ideológico para que no sea desenmascarada la real faz de la llamada democracia liberal, un mixto de sistema pluripartidario y representativo, como forma política de encubrir la dependencia externa, la corrupción, los fraudes políticos y administrativos, el hambre, la tortura, el analfabetismo, la pobreza de amplios sectores de la población, la discriminación y el racismo institucionalizados y consagrados por este tipo de sistema, que ya no se legitima y necesita imponerse por la fuerza.
Esta
adhesión, sin embargo, no se da por motivos ajenos a la racionalidad histórica,
principalmente a partir de lo que hemos leído, estudiado, acompañado y
observado en estos últimos cuatro años, y que lógicamente es fruto de las
acciones emprendidas en más de 50 años (completos en enero de 2009) de revolución y
principalmente después del llamado periodo especial en la década de 90, también
conocido como el periodo de la Reforma de la Resistencia.
Todos los que viven en Cuba, sin
excepción, aún después de más de 15 años de una crisis económica no superada,
mantienen garantizados el acceso universal y gratuito a los servicios de salud
y educación públicos de alta calidad y mundialmente reconocidos. La mayor parte
de las familias cubanas es propietaria de los inmuebles donde viven y los pocos
que pagan alquiler, por mandato legal los precios no superan un 10% del salario
nominal, y sin reajustes.
El
índice de desempleo es del 1,8%. La seguridad pública, uno de los grandes
problemas del mundo hoy, es un tema que no está en las prioridades de la
opinión pública cubana por el simple hecho de que, con esos niveles de equidad
social relativa, los índices de delincuencia en Cuba están entre los más bajos a
nivel mundial. Esos y otros indicadores de consumo público sumados a índices
específicos como la mortalidad infantil por cada 1000 nacidos vivos (5,1 %) y la
expectativa de vida (78 años), de entre tantos otros, han contribuido para
situar y mantener a Cuba, durante varios años, entre los países de alto
desarrollo humano en el mundo.
El
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó su informe anual de Desarrollo Humano tomando como base los
datos de los 192 estados miembros de las
Naciones Unidas. Ese informe agrupa las naciones según un índice de desarrollo
humano en tres categorías de países: desarrollo humano alto (los 70 primeros
países), medio (los 85 siguientes) y bajo (los restantes 22 países). Cuba
apareció colocada en 51º lugar en ese informe del año pasado. En el área de la
salud, Cuba aplica al pie de la letra ese principio: recibe más atención médica
quien más atención médica necesita. Sin embargo, en el otro extremo está la
cesta básica de alimentos. Todos los 11 millones y 236 mil cubanos, con niveles
de ingresos personales a veces muy diferentes, la reciben a precios idénticamente
subsidiados.
Los cincuenta y cuatro años de Revolución potenciaron el ingenio cognitivo de todos los
cubanos, sin distinción. El resultado más palpable en ese terreno son los casi
un millón de profesionales universitarios que se han formado en Cuba en ese
periodo y los más de ocho mil doctores en ciencias, de entre los cuales no
pocos científicos sociales preparados para asumir el papel de masa crítica con
activismo constructivo. El ambiente político e institucional en Cuba para el
ejercicio tanto de ese activismo profesional, cuanto para el ejercicio cívico y
político en general, está siendo cuidadosamente mejorado.
El 28 de febrero de
2008, el gobierno cubano suscribió junto a las Naciones Unidas dos Pactos
internacionales que deben tener una verificación
empírica, sin embargo contextualizada, en la realidad cubana. Son ellos el
Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. Según el propio gobierno, por iniciativa propia invitará
a relatores de las Naciones Unidas para que, durante el primer semestre de
2009, verifiquen in situ el cumplimiento del contenido de esos Pactos en la
realidad cubana.
Además
de estos dos pactos suscritos recientemente, Cuba ratificó 15 de los siguientes
instrumentos internacionales de los 26 tratados identificados como principales
en la esfera de los Derechos Humanos:
-
Convención sobre los derechos de los niños;
-
Protocolo facultativo a la Convención sobre los derechos de los niños relativo
a la venta de material pornográfico envolviendo niños y niñas así como el
combate a la prostitución infantil;
-
Convención contra la Tortura;
-
Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer;
-
Convención para eliminación de todas las formas de discriminación racial;
-
Convención para la prevención y sanción del delito del genocidio;
-
Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad;
-
Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de
Apartheid;
-
Convención Internacional contra Apartheid en los Deportes;
-
Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer;
-
Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada;
- Convención sobre el Consentimiento para el
Matrimônio, la edad mínima para contraer matrimonio y el registro de los matrimonios;
-
Convención sobre la Esclavitud de 1926 y Protocolo para modificar la Convención
sobre Esclavitud;
-
Convención suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud;
-
Convenio para represión al maltrato de personas y a la explotación de la
prostitución ajena;
-
Protocolo Facultativo a la Convención para eliminación de todas las formas de discriminación
contra la Mujer;
-
Protocolo Facultativo a la Convención sobre los Derechos de los Niños relativo
a la participación de niños en conflictos armados.
Infelizmente,
las opiniones publicadas sobre la realidad cubana, en una buena parte de la
prensa internacional, a menudo, distan de la real opinión pública dominante y
auténticamente cubana. Si cada vez más la prensa cubana asumiera, como parece
estar aconteciendo, un papel de divulgadora objetiva de los hechos y del
dinámico acontecer de la realidad cubana los días de hoy, probablemente el
mundo quedaría sabiendo rápidamente y sin distorsiones ni especulaciones
internacionales, sobre la diversidad de procesos y eventos importantes que
tuvieron en el primer semestre lugar en Cuba y que ofrecieron una visión más
integral del conjunto de cambios en curso actualmente en la Isla.
Associação Cultural Jose Marti de Minas Gerais - Octubre de 2012
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